Quod Erat Demonstrandum
Hay una casta, una raza de silenciosos ateos que ven día a día, hora tras hora, las trazas de dioses primigenios, vastos y poderosos, en toda forma de energía, todo ápice de materia. Veo y supongo que ven en tantos objetos, acciones e instantes el reflejo de la mirada fría de algo muchísimo más grande de lo que jamás ningún Dios podrá ser concebido... ¿Qué tipo de abstracción mental puede ser más que la mismísima realidad?
Oh, joder, que me valgan los dioses del infierno... ¿De qué manera si no podría explicar un inesperado y maravilloso pronto asmático? Qué demonios, ¿de qué manera si no podría yo explicar que resultase tan jodidamente gratificante?
Y la sorpresa, señorr, la sorpresa y las cosas.
Oh, sí, yo sí que 'emulo vida'!
Maravilloso, hermano.
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