Canto de Prometeo - IX

    El tiempo, el espacio, las sensaciones, todo. Absolutamente toda la estructura de su memoria se tambaleó y finalmente se colapsó. Durante varios meses, estuvo recorriendo solo los doloros recuerdos, algunos verdaderos y otros falsos, sin conseguir distinguir a ciencia cierta entre la realidad, la memoria, los sueños y los recuerdos que no eran ni reales ni imaginarios.

    Lo que sentía tenía un origen incierto, difuso y perdido como un pecio semienterrado en el lodoso lecho oceánico, entre criaturas desconocidas para la ciencia y secretos innombrables.

    No es que no lo hubiera asimilado. No. Lo que ocurría es que había 'desasimilado' absolutamente todo lo demás. Al principio, puesto que no tenía ninguna razón para ello, no intentó aclarar nada, más allá de las 'preguntas pertinentes' o 'de rutina'. No nadaba en el mar de incertidumbre en que se hallaría más tarde. Simplemente, en su dañado esquema de existencia, nada existía, nada tenía ser ni consistencia existencial. No se suicidó porque, por supuesto, no concebía la idea de muerte, pues no conocía la de vida.

    Más tarde, cuando la parte racional de su ser se cansó, tal vez en un supremo acto de superación o tal vez a causa de su aletargamiento y su deseo de despertar para conocer de nuevo lo que no puede ser conocido, comenzó a volver a la realidad. Aunque muchos no lo entendieron, el que de pronto dejase de comer y se mostrase cada día más sombrío era un símbolo de recuperación. Entonces empezó a hacerse preguntas. Durante cuánto tiempo había estado gestándose esa situación, cuánto tiempo había compartido con aquella mujer que ahora era más parte de él, que él mismo, ¿días? No podía ser, se le aparecían nebulosos recuerdos de un verano plagado de cartas de amor. Más tiempo. ¿Meses? podría ser. ¿Años? ¿Décadas? No se reconocía ante un espejo, menos aún podía contrastar su rostro con el que llevaba en los recuerdos. No le preguntó a nadie, no consultó un solo documento. Dejó, simplemente, que la memoria llegase, como por cuentagotas, por sí misma.

Comentarios

  1. Piensas demasiado, tío. Te lo juro, piensas demasiado.

    pero eso mola :)

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  2. Y Prometeo que fue capaz de llevar la luz a los hombres, ¿no iba a ser capaz de construir una escalera con los pocos materiales no hipócritas que le quedan de lo que le dan para salir del hoyo cavado por una mujer como Pandora?

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